A riesgo de que muchos me digáis que estoy equivocado, puedo afirmar en base a mis experiencias negociando entradas de nuevos socios o ampliaciones de capital en distintas startups, que no hay nada más subjetivo que ponerle un valor a tu idea o Startup.
¿La razón? Muy sencilla. Sin histórico que nos muestren resultados de ventas, de posibles costes ocultos, de cumplimiento de presupuestos… es imposible afirmar que el precio debe ser uno u otro, pasando la valoración final a ser de lo más SUBJETIVA.
Ante esta situación mi recomendación es muy simple: EMPATÍA y DIÁLOGO. Empatía por parte del emprendedor intentando ponerse en la situación del inversor y los riesgos que asume, pensando uno mismo cuanto realmente pagaría por entrar, y empatía del inversor vs al emprendedor, escuchando todos sus razonamientos y haciéndole ver qué es lógico dentro de los argumentos para defender una valoración y cuáles no se sustentan. La cuestión es que si ambas partes muestran su interés en llegar a buen puerto pero negocian con humildad es mucho más fácil llegar a una buena valoración para ambas partes. Para ello, es muy importante que los emprendedores tengan muy bien documentado y analizado todo su plan de negocio, con los análisis de mercado y potenciales correspondientes.
Dicho esto, y a pesar de la subjetividad de una valoración de una startup o idea, me permito adjuntaros un diagrama de valoración que considero muy válido y que espero que os pueda servir de guía (haz click en la imagen para verla en grande):
